Quien pasea por las calles de SANTANDER con cierta calma está pisando algo más que asfalto, baldosines o hierba.

A sus pies, por los suelos de aceras, calzadas o jardines,


puede encontrar interesantes informaciones sobre la ciudad, algo que un averiguador curioso siempre agradece.

Sobre todo aquellas que aparecen grabadas en tapaderas de


acceso y registros de los servicios que se canalizan por el

subsuelo: lo que comúnmente se conoce como

TAPAS DE ALCANTARILLA.

lunes, 5 de abril de 2010

Small is beautiful

Son pequeñas (bocas de riego, registros de gas).
Son agradables, están hechas con mucho cuidado.
Son obras anónimas (artesanía pura).
Son humildes (se dejan pisar).
Son bellas (aunque no las prestemos mucha atención).
Están por los suelos de Santander.




martes, 30 de marzo de 2010

Fuera de lugar

Al iniciar este blog aludí al más que aparente desorden con que se presentan las tapas de alcantarillas y registros de servicio sobre los suelos de nuestras ciudades, lo cual hace más apasionante la tarea de imaginar los intrincados vericuetos de las redes de canalizaciones y conductos subterráneos que se alojan bajo nuestros pies.
Pero a veces da la sensación de que quienes deciden sobre estos asuntos juegan al despiste, incluso en contra del deber de información al que se supone que responden, siquiera de forma vicaria, los letreros que adornan nuestras ciudades.
¿Cómo, si no, se explica que en pleno Sardinero se encuentre una tapa de imbornal (la de la foto adjunta) en la que se lee "Calzadas Altas N 57"?
[Por si cabe alguna duda a los forasteros mirasuelos: Calzadas Altas era el nombre antiguo de la actual Calle Alta, situada en el extremo de Santander opuesto al de El Sardinero]

lunes, 22 de marzo de 2010

¿Lisboa? No ¡Santander!


En la última (?) remodelación de los Jardines de Pereda, unos operarios portugueses instalaron el suelo del paseo central. Además de poner un toque de buen gusto en la capital montañesa, seguramente servirá para que los lisboetas que paseen por Santander se sientan como en casa.


sábado, 20 de marzo de 2010

Alcorques

El Diccionario de la Real Academia Española indica que el término alcorque viene nada menos que del arameo.



Y es que los árboles han necesitado siempre de esos huecos que recojan el agua y faciliten su riego, mucho más en terrenos secos, pero también sobre los suelos de asfalto o baldosa de las ciudades.




Nadie puede negar que en Santander llueva lo suficiente como para que los árboles estén bien regados, pero la ciudad ofrece al paseante un variado muestrario de tapas de alcorque, que además de permitir el paso del agua protegen la base del árbol. Los calados geométricos hacen pensar en distintos estilos (¿románico, gótico, barroco, racionalista?), pero, en todo caso, resultan agradables e incluso, ¿por qué no?, ciertamente artísticos.




La variedad de diseños que se encuentran en Santander me hace pensar que puede ser mucho mayor en el conjunto de España o de otros países.

¿Alguien se anima a mandarme algún otro? ¡Gracias, mirasuelos sin fronteras!

miércoles, 3 de marzo de 2010

Menos misterio y más información


Esta buena máxima vale también para el asunto de las tapas de alcantarilla, y el paseante no se explica por qué en algunas de ellas las inscripciones han sido borradas concienzudamente.


Además de que la información sea uno de sus valores más preciados, al paseante le gusta conocer pequeños detalles sobre la historia de su ciudad (la microhistoria, ya lo sé, no la gran Historia -con mayúscula- que gustan de escribir los poderosos). De modo que agradece que en las tapas de alcantarilla figuren cuantos más datos mejor:
- el nombre de la ciudad,
- el servicio al que pertenecen,
- la fecha de instalación,
- el taller de fundición donde se fabricaron.
Velay:

Nadie podrá negar el valor histórico de esta tapa santanderina, donde figuran los cuatro datos básicos:
- Ciudad: Santander.
- Servicio: Abastecimiento de aguas.
- Fecha: 1911.
- Fundición: J. Calzada.
De este mismo servicio de Aguas quedan todavía por Santander algunas tapas ciertamente históricas, más antiguas aún que la anterior, de las que otro día haré mención aquí.
Pero hay que darse prisa en fijar el recuerdo de estos testimonios: la reciente ocurrencia de nuestro gobierno que consiste en tratar de superar una crisis económica de ámbito global cambiando las aceras de los pueblos, villas y ciudades de España, está dando al traste con una buena porción de ellos.


domingo, 28 de febrero de 2010

Misterios subterráneos

Lo que haya en el subsuelo de nuestras ciudades encierra un intrigante misterio, sobre todo si el viandante va por la calle fijándose en las tapas metálicas que guardan las entradas a galerías, tuberías y conducciones varias de vaya uno a saber qué.
Lo primero que llama la atención es el aparente desorden con que aparecen esparcidas por el suelo, que induce a pensar en una escasa planificación, sobre todo cuando se muestran en inquietante cercanía, por poner un ejemplo, las del gas con las de la electricidad o las del agua potable.(De esto prometo poner algún ejemplo próximamente).
A veces, el misterio empieza por la nula información que ofrecen las que llamaríamos tapas anónimas, o también huérfanas, algunas de las cuales, por el contrario, muestran bellos diseños. Tanto que merecen su publicación. Velay:







sábado, 27 de febrero de 2010

Muy noble, siempre leal, decidida, siempre benéfica y excma. ciudad de Santander

Probablemente pocos santanderinos atribuirían a su ciudad tal sarta de adjetivos honoríficos, pero diariamente estarán pisando tapas de alcantarilla en las que aparece su escudo con la inscripción completa tal como puede leerse en el título de esta entrada (y que, sin embargo, no es frecuente encontrar en documentos oficiales del Ayuntamiento, dicho sea de paso).


¡Velay! la tapa completa, una de las muchas desperdigadas por toda la ciudad, con distintas fechas y para distintos servicios: