Quien pasea por las calles de SANTANDER con cierta calma está pisando algo más que asfalto, baldosines o hierba.

A sus pies, por los suelos de aceras, calzadas o jardines,


puede encontrar interesantes informaciones sobre la ciudad, algo que un averiguador curioso siempre agradece.

Sobre todo aquellas que aparecen grabadas en tapaderas de


acceso y registros de los servicios que se canalizan por el

subsuelo: lo que comúnmente se conoce como

TAPAS DE ALCANTARILLA.

domingo, 28 de febrero de 2010

Misterios subterráneos

Lo que haya en el subsuelo de nuestras ciudades encierra un intrigante misterio, sobre todo si el viandante va por la calle fijándose en las tapas metálicas que guardan las entradas a galerías, tuberías y conducciones varias de vaya uno a saber qué.
Lo primero que llama la atención es el aparente desorden con que aparecen esparcidas por el suelo, que induce a pensar en una escasa planificación, sobre todo cuando se muestran en inquietante cercanía, por poner un ejemplo, las del gas con las de la electricidad o las del agua potable.(De esto prometo poner algún ejemplo próximamente).
A veces, el misterio empieza por la nula información que ofrecen las que llamaríamos tapas anónimas, o también huérfanas, algunas de las cuales, por el contrario, muestran bellos diseños. Tanto que merecen su publicación. Velay:







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